El comerciante de gasolina Saúl Benavides Cantarero, de 39 años, quien murió de dos balazos en las afueras de su negocio en Plan de Grama, Wiwilí, pudo haber sido asesinado por problemas pasionales según se desprende de un informe policial que detalla que al ahora occiso le gustaba enamorar mujeres comprometidas-
Según el reporte de la policía, Saúl Benavides había viajado a Jinotega a verse con una mujer ahora desconocida y por la noche fue asesinado a 20 metros de su negocio cuando intentaba encender su motocicleta.
Jamenber