Aura Lila Sevilla, presidente de la Alianza Nacional de Cafetaleros de Nicaragua (ANCN), afirmó que “con esos precios bajos que hemos tenido, el productor operó con pérdidas en este ciclo y queda en un estado de iliquidez total que no le permitirá siquiera realizar las labores iniciales en su finca y eso significa cierre”.
La crisis sociopolítica que enfrenta el país desde abril de 2018, sumada a la falta de financiamiento, bajos precios internacionales del grano y altos costos de producción, fueron los factores adversos para los productores que consideran un futuro incierto para la caficultura nacional. “La cosecha estuvo buena, pero no compensó para hacerle frente a los precios bajos. Al principio (de la cosecha, que en Matagalpa comenzó en algunas fincas a mediados de julio de 2018) tuvimos bajos rendimientos, pero ya después la cosa se fue mejorando… lo que nos agobia es el bajo precio y los altos costos de producción”, indicó Sevilla.
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